Otras vez el agua, y ya van cuatro, hace imposible el desfile procesional del Cristo de la Noche Oscura y su visita a San Millán.
Salida esperada por todos por el impresionante marco que la acoge. Minutos de retraso y espera. Mientras, se organizan las escuadras, pero justo antes de salir, la nube descarga, sin fuerza pero apagando la ilusión por llevarlo a la casa salesiana.
San Millán también se queda mudo y los "sanmillaneros" mecen a su madre en espera del amado hijo.
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